| Descripción |
Cuadro de formato horizontal que tiene como tema principal la fiesta de San Juan en Tigua (provincia de Cotopaxi, Ecuador). En primer plano ocupando el centro y la derecha del cuadro aparece representada la fiesta, con cinco personajes masculinos y cinco femeninos sujetando cintas de colores en su mano derecha, que se encuentran enrolladas en un poste de madera. Los personajes masculinos visten poncho rojo, pantalones blancos, sobrero blanco y calzado negro. La única variación en la indumentaria es el color del jersey que visten bajo el poncho. Las mujeres llevan falda negra, chal fucsia y sombreros blancos como los de los hombres, como en su caso varía el color de sus jerséis, todas están descalzas. Junto a ellos hay un personaje con una máscara blanca con decoraciones en rojo y barba negra, poncho blanco y zamarro (pantalón de piel de borrego) marrón, en su mano derecha lleva un látigo. Junto a él hay un hombre con camisa turquesa y pantalones azules que tiene un disfraz de vaca. Tras él hay dos hombres con la cara pintada de negro, uno viste camisa fucsia, pantalones amarillos y sombrero turquesa, el otro camisa azul, pantalones turquesa y zombrero fucsia. Tras ellos se encuentran los músicos, dos flautistas y un hombre tocando un gran tambor, todos con poncho rojo y sombreros blancos. Detrás hay siete personas presenciando la fiesta, todas con sombreros blancos. Tras el poste se encuentra la iglesia que consta de un edificio principal de color gris con una gran puerta flanqueado por dos altos campanarios de color morado. A su lado hay una vivienda de color azul y techo de paja grisácea y tras ella una vivienda de ladrillos grises y techo de tejas. Tras la iglesia se aprecia vegetación y se divisa un cerro.
En primer plano en el lado izquierdo hay dos campos de cultivo, uno de color verde oscuro y otro amarillo, un hombre con poncho rojo y sombrero blanco que sujeta un bastón en su mano izquierda, tras él, inmersas en la vegetación hay siete ovejas blancas y cuatro llamas del mismo color excepto una que es marrón. Al fondo se divisa un hombre con leña a su espalda andando por un camino, otro hombre mirando hacia dos casas y un grupo de nueve personas mirando un enorme volcán con la cumbre nevada.
En el cielo hay tres globos de papel multicolor echando humo, así como aves, nubes y el sol.
El soporte de la pintura es piel de borrego clavada al bastidor en la zona exterior, donde tanto el bastidor como la piel están pintados de negro. En la parte posterior se aprecian restos de lana de la piel, que en algunas zonas no ha sido bien rasurada.
Clasificación razonada:
El arte Tigua surge en Ecuador en la década de los 70 del siglo XX, en las comunidades de la región de Tigua (provincia de Cotopaxi). Olga Fisch, coleccionista y marchante húngara, al admirar las pinturas que decoraban los tambores empleados por las comunidades kichwa en la fiesta del Corpus Christi, propone a los futuros pintores emplear los mismos motivos en un nuevo soporte, los cuadros, que eran más fáciles de transportar y también más fáciles de vender a los occidentales. Aunque el soporte era distinto, el material seguía siendo el mismo, ya que la piel de borrego de los tambores se empleó como lienzo en los cuadros. La piel de borrego para el lienzo antes era procesada y curtida en casa, ahora muchos la compran ya preparada, aunque la de esta obra parece haber sido preparada de manera artesanal. Al principio, utilizaron como pintura las mismas anilinas que empleaban en el teñido de la lana, pero pronto comenzaron a utilizar esmaltes y pintura acrílica.
Son características del arte Tigua las escenas corales, con multitud de personajes inmersos en el paisaje andino de la provincia de Cotopaxi, así como el empleo de colores intensos y brillantes, y la falta de perspectiva y volumen. Los personajes llevan la indumentaria tradicional, destacando los ponchos rojos de los hombres y los chales fucsias de las mujeres. Aunque los hombres ahora visten con ropas de estilo occidental y el sombrero blanco, común antaño, ahora ha sido sustituido por el sombrero de tipo fedora de fieltro de color oscuro.
El volcán Cotopaxi es el que aparece en la obra, se trata de un elemento omnipresente en el arte Tigua, pero también aparecen otros hitos espaciales como el cerro de Amina, que podemos ver tras la iglesia. Este cerro es sagrado para los habitantes de la zona, en los periodos de sequía, especialmente entre junio y octubre, realizan una ceremonia en la cima para pedir la esperada lluvia. En el paisaje también se vislumbran los cultivos, los de color verde oscuro son habas, los amarillos cebada, y llamas y ovejas pastando, así como las "chucllas", viviendas tradicionales con paredes de adobe y techo de paja. Estos elementos contrastan con los azules cielos cruzados por nubes y llenos de aves.
Los temas representados con mayor frecuencia son las fiestas religiosas, especialmente la del Corpus Christi y los Reyes Magos, pero también Finados, Noche Buena o San Juan, como en este caso. Lo característico de la fiesta de San Juan es el baile de las cintas, en el que un número par de danzantes (ocho, diez o doce) bailan alrededor de un poste que tiene cintas en su parte superior, entrelazan las cintas al ritmo de la música, para luego desenlazarlas cambiando la dirección del baile. Se cree que el palo representa el sol, y las cintas son sus rayos. En muchas fiestas es habitual encontrar un personaje que llaman Viejo, lleva zamarro, máscara de color blanco con barba, y un látigo. El personaje que lleva un disfraz de vaca es conocido como "Vaca loca" y aparece también en otras fiestas, normalmente acompañado por el Viejo, persigue a los presentes como si fuera una vaquilla en una capea. Los hombres que llevan la cara pintada de negro son los caporales. Los globos de papel en el cielo sirven para avisar a los habitantes de otras comunidades de que allí se está celebrando una fiesta.
El arte Tigua refleja la cultura y cosmovisión kichwa, así como su tradicional modo de vida. Aunque se han producido muchos cambios en su sociedad en las últimas décadas normalmente la mayoría de las pinturas no los reflejan, centrándose en su universo tradicional y, por lo tanto, ofreciendo una visión atemporal.
Bibliografía:
BONALDI, Francesca (2010): Entre dos culturas: Los pintores andinos de Tigua. Quito: Ediciones Abya-Yala.
COLVIN, Jean G. (2004): Arte de Tigua. A reflection of indigenous culture in Ecuador. Quito. Ediciones Abya-Yala.
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